El creador del Portal de Web nos acompañó el 18 de abril pasado en nuestro acto cívico-culinario en el Matadero.

 

El Gran Compipa 2018 dice que se quedó con gusto a poco durante su reinado, pero al menos aprendió a valorizar la riqueza cultural de Chile. Además, suelta quién es su candidato favorito.

 

Tirando la talla con amigos, cuántas veces no hemos pensado: “Si tuviéramos un programa, seríamos un exitazo”. Pero la dura realidad es que muy poca gente tiene el talento para transformar el hueveo de un carrete en algo digno de divulgación pública. Freddy Guerrero lo hizo, y no creó cualquier programa: es el cerebro detrás de un trasatlántico de la frecuencia modulada, uno que ya lleva 90 años al aire, “El Portal del Web”.

Es lógico que un capo radial como Freddy haya arrasado con 137 mil votos en la elección de Gran Compipa 2018. “Fue clave la campaña que hicimos a través de la radio, con la gente de allá y con mi mánager, pareja y cónyuge, que me apoyó harto”, revela el soberano guachaca. “Por lo general, quienes postulan somos gente de medios, entonces, si uno no aprovecha eso es porque es terrible de pavo”, ahonda.

El tiempo se pasó volando y ya se acerca el día en que la voz de RadioActiva deberá traspasar la banda a un sucesor. Buen momento para las reflexiones.

Gran Compipa, ¿cómo fue su reinado?

—Positivo, pero fue un período un poco más austero, hablando como los políticos. Se podrían haber hecho muchas más cosas, pero el momento actual del país está conflictivo, la gente anda preocupada, endeudada, medio saltona. De hecho, recién conversaba con Dióscoro y me decía que la gente ha perdido un poco el entusiasmo que mostraba otros años. Sin embargo, no fue por una mala gestión, sino que el ambiente general hizo que el reinado haya sido menos potente, menos fructífero que otras veces. Es el momento freaky que vive el país; estamos más preocupados de otras cosas. Esperemos que ahora que entrego la corona, el próximo reinado sea más poderoso y dé más que hablar.

Eminencia, si se quedó con gusto a poco, pierda cuidado, que vamos a organizarle más actividades reales hasta que se dé por satisfecho. ¡Un rey guachaca lo es de por vida! A propósito, ¿qué representa para usted el guachaquismo?

—Nunca fui muy guachaca, hasta que me nombraron rey. Ahí me di cuenta de que, a pesar de la parada rockera que tengo, media Bowie, hay harto de guachaca en mí, para qué andamos con cosas. Me gusta la buena mesa, los lugares criollos… Con el paso del tiempo, me he empezado a involucrar más en lo autóctono. Cuando era cabro, me mantenía alejado de eso, con la cabeza puesta en el rock, en la gente de afuera, en el extranjero, en la música anglo, no muy pegado con la música de acá. Pero ahora estoy mucho más metido en esa volá, tomando en cuenta que hay muy buenos artistas nacionales y una cultura muy rica en Chile que no había aprendido a valorizar. Con esta cuestión del rey guachaca aprendí a valorizar más la riqueza cultural que tenemos acá, a disfrutarla más.

No se nos tire pa’ abajo, Su Magnificencia. Para los guachacas es esencial el hueveo y usted siempre ha sido el amo y señor en esa materia.

—Por ahí entramos, por la chacota, por el hueveo, por la buena mesa, por la comida, el buen asado. Por ahí entramos a concordar, a alinearnos con el movimiento guachaca, a sentirse parte de.

—Bacán de los bacanes, ¿cómo fue hacer dupla con la Reina?

—¿La Maly? Un siete. Ahora está un poquito ocupada porque le salieron hartos pitutos. ¡Convídate uno! A mí no me salió ninguno. Parece que no me moví lo suficiente. Pero bueno… Le mando hartos cariños, siempre ha sido una buena amiga, junto con el Freire. Estuvimos en su casa compartiendo y es una excelente persona, profesional y mujer. Y es súper guachaca de verdad. Una mina que no te miente, que es tal cual, igual que yo. Por eso nos caímos bien.

¿Qué opinión le merece la nueva camada de candidatos, Vuestra Señoría?

—Está peleada la cosa. Hay gente muy importantaza de la televisión y de la radio. Me caen todos bien, así que espero que sea una pelea justa como la del año pasado. Pero ojalá que salga Kaminski.

¿Qué les aconseja a los postulantes, Supremo Boss?

—Estar cerca del pueblo, de la gente, no tirarse los peos más arriba del poto, seguir comiendo buena cazuela, prefiriendo el pastel de choclo al sushi y lo shileno, poh hueón. Porque muchas veces uno copia las hueás extranjeras, se viste a la última moda y está pendiente de las bandas de afuera. Hay que mirar un poco hacia dentro, a tu propio país, e impregnarte de lo que es chileno, mal que mal, nacimos acá. Muchas veces uno, por tonteras, por esnob, reniega de ser chileno, lo encuentra rasca, pero somos eso y uno no puede desligarse de sus raíces. Lo principal es mantenerse auténtico, enraizado y estar en la volá de lo que significa ser chileno.