Sin querer, dio una conferencia de prensa disfrazado de minino virtual. El truco podría servir aquí en Chile, para que el Gobierno tenga más aprobación.

 

Resulta que un ministro de información pakistaní dio una conferencia de prensa por Facebook Live, para dárselas de millennial y toda la cosa. Pero al poco rato le salieron bigotitos y orejitas de micifuz rosadas.

 

 

No solo eso. Al rato también su acompañante, un experto en no sé qué, también se convirtió en gatito. Y así estuvieron todo el rato sin cachar, hablando sobre temas muy trascendentales que nadie pescó porque los cibernautas estaban embelesados con la coquetería felina de los expositores.

 

 

A veces el efecto especial desaparecía de la carita del ministro, pero permanecía en su amigote, o viceversa. Súper loca la cosa, que para más remate estaba siendo emitida en vivo y en directo desde la cuenta oficial del caporal.

 

 

Obvio que la conferencia se hizo viral de una. Yousuf Shaukat Zai, que así se llama el ministro-gato, no lo podía creer. Se cachiporreaba de lo lindo. “Y todos esos pelotudos decían que yo tengo menos gracia que empanada de pomelo, ¡ja! Ahora los quiero ver”, decía el hombrón, jurándose ya presidenciable. Hasta que el pobre se enteró de por qué era tan popular.

El equipo de redes sociales del caballero le echó la culpa a un «error humano». Algún compipa despistado activó sin querer el autofiltro gatuno. Ojalá que el «error humano» siga vivo.

Igual pensamos que la experiencia no es tan mala. Es más, Piñera y su equipo gubernamental podrían replicarla. ¿Se imaginan a la ministra Pérez con naricita de ratoncita? ¿O al mismo presi dando la cuenta pública con orejitas de zorro? De maikel sube cinco puntos.