Marte Ataca, Cristian Castro, Beethoven y ¿Cavani?

 

A propósito del Museo de Cera de Lavín, donde se exhibirá la exquisita obra “Kramer Megamente”, nos acordamos de otras estatuas que causan opiniones encontradas.  ¿Son feas o no es pa’ tanto? Opine usted.

 

“MONUMENTO AL PUEBLO INDÍGENA”

La estatua abstracta de Enrique Villalobos dejó turulatos a los visitantes de la Plaza de Armas de Santiago desde el día su inauguración, allá por octubre del 92.  Lo que más pregunta la gallada es: “¿Y cuándo la van a arreglar?” Pero es así. No es que la hayan dinamitado y después amontonado los pedazos.  

 

GABRIELA CARE’ PALO

Esta estatua de Gabriela Mistral fue inaugurada hace poquito, en abril. La poetisa está sentada y escribiendo frente al Mall Plaza de La Serena, a un costado de la Ruta 5 Norte. La obra de Saga Jorquera, que financió la empresa Imperial, es inmensa y está hecha de madera, pero lo que más llama la atención de algunos es que se parece más a un indio sioux que a nuestra Premio Nobel.

 

También tiene un dejo a esos árboles con patas de “El Señor de los Anillos”. El crítico René Naranjo dijo que era “realmente fea”.

 

“SENTADOS FRENTE AL MAR”

Esta mega-pareja lleva 17 años sentada en la costanera de Puerto Montt, homenajeando al clásico de Los Iracundos, “Puerto Mooontt”, que en una parte dice: “sentados frente al mar, mil besos yo te di”. Es difícil no ver la escultura de Robinson Barría, que mide ¡10 metros de altura! El problema es que gran parte de los puertomontinos la encuentra hórrida. Alegan que es algo que haría un alumno de prekínder gigante.

 

Igual ya es un icono de la ciudad, ha inspirado cientos de suvenires artesanales y hasta disfraces de Halloween.

 

EL MEMORIAL DEL 27/F

A este monumento lo empezaron a criticar desde que el presi lo inauguró en octubre de 2013, en el Parque Costanera Bío-bío de Concepción. Más que nada ¡porque costó dos mil millones de pesos! Sus detractores se preguntan cómo se pudieron echar tres palos verdes en ocho columnas hexagonales de hormigón armado (y no de oro), de entre 20 y 25 metros, recubiertas de piedra de Cobquecura, la localidad más cercana al epicentro del terremoto. 

 

Tampoco ayuda que los grafiteros tengan al monumento de casero. Dos años después de la inauguración, el fisco tuvo que gastarse $ 140 millones en limpiar los garabatos hechos con spray, solo para que unos meses después volviera a estar más rayado que cebra preciosa.

Como sea, los gestores del proyecto fueron los arquitectos Ricardo Atanacio y Agustín Soza, junto al artista Fernando Feuereisen.

 

CÓNDORES Y MÁS CÓNDORES

“El Cóndor de los Cuatro Vientos”, en la plaza España de Concepción, fue donado por la Corporación Chilena de la Madera en el año 2000. Con 11 metros de ancho y 2,5 toneladas de peso, es una veleta descomunal que gira según la dirección del viento. Sin embargo, la creación del francés Lucien Busquier ha desconcertado a los ornitólogos. ¿Qué clase de ave es esta? ¿Un gaviocóndor? ¿Una condoloma? Porque cóndor-cóndor no es.

El ave más famosa de Chile, Condorito, no tiene una, sino varias estatuas, pero ninguna está a la altura del esplendor del pajarraco.

 

A comienzos de este siglo, pusieron un Condorito de bronce en El Quisco, frente al mar, porque el exalcalde Francisco Ceballos quería honrar la memoria del creador de la caricatura, Pepo, quien vivió en el balneario un tiempo. Pero tres años después, otro alcalde la sacó. Lo último que se supo es que estaba botada en un sitio destinado para la chatarra. Resulta que los irrespetuosos le ponían condones y camisetas en son de burla al pobre Condorito y por eso mejor decidieron sacrificarlo.

 

En cambio, sique en pie la estatua del hijo ilustre de Pelotillehue en el Parque del Cómic de San Miguel, desticado a las historietas nacionales. La intención es buena, pero a 13 años de su inauguración, dicen que las figuras de cemento recubiertas por mosaicos se encuentran en un evidente estado de deterioro, con partes destrozadas y rayadas con grafitis.

 

Desde julio de 2014, en Mejillones hay toda una plaza dedicada a Condorito y sus amigotes. Está en calle Andalicán y se extiende por cuatro cuadras. Costó $ 350 melones, incluidos asientos y áreas verdes, según informó El Nortero en su momento. Las esculturas miden 1,5 m y están hechas de metal, cemento y yeso pintado. No sabemos cómo se han mantenido.

 

Cumpeo, el único pueblo mencionado en las historietas de Condorito que realmente existe, posee toda una ruta dedicada al personaje y, probablemente, la estatua mejor conservada y que más se le parece.

 

¿QUÉ ES ESTO?

Esta cosa no sabemos muy bien qué es. ¿Un llavero? ¿Un transformer oxidado? Al parecer está en Rengo y fue perpetrada con la primera fundición de una planta de acero.

 

FUTBOLEROS

En marzo de 2017, cuando la Roja se estaba preparando para la Copa Confederaciones, Alexis Sánchez cortó la cinta de su propia estatua a tamaño real, que hoy podemos ver en la plaza de Tocopilla junto a los escudos de cada club donde el delantero jugó. El Niño Maravilla fue retratado por los tocopillanos Marco Vergara, Ciné Vargas y Milton Salvo, que se demoraron cinco meses en concretar la obra. El resultado, según los más peladores, parece un mono de taca-taca.

 

Por suerte esta estatua no se exhibe en ningún lugar público. En mayo de 2017, también en medio del fervor por la Roja, el compipa Patricio Manzo fue hasta Juan Pinto Durán a dejarle un regalito a Arturo Vidal: una reproducción en metal del volante. El Rey la recibió y se sacó selfies con ella y todo. Pero es poco probable que la tenga de adorno en el living, a menos que se sienta identificado con el Hombre de Hojalata, de “El mago de Oz”. De hecho, nos soplan que sigue en Juan Pinto Durán.

 

“La chilena” no es un monumento a las mujeres de nuestro país, sino a la tijera invertida que inventó Ramón Unzaga Asla, español nacionalizado chileno, en el Estadio El Morro de Talcahuano. Por eso, cuando se cumplieron 100 años de la hazaña, instalaron una estatua en su honor en uno de los accesos al campo deportivo. Realizada por María Angélica Echavarri, es de bronce, mide 4,5 metros de alto y pesa 600 kilos. Salió 16 millones de pesos, todo aportado por la empresa SigdoKoppers. ¿Qué tiene de malo? Los criticones dicen que más parece un “Monumento al Plop” porque le faltó la pelota.

En 2015, un año después de su estreno, el Consejo de Monumentos incluso quiso demolerla, pero no por fea, sino porque decían que no les habían presentado los planos. El señor alcalde, desafiante, dijo que prefería ir a la cárcel antes que le botaran su chiche.

 

El tapaboca les llegó a todos en abril de 2018, cuando Cristiano Ronaldo se mandó una chilena casi calcada de la estatua que está en Talcahuano, jugando por el Real Madrid ante la Juventus por los cuartos de final de la Champions League.

 

A propósito de CR7, ninguna de las estatuas citadas le llega a los talones a la que le hicieron al jugador portugués. Ni siquiera los monicacos de cera de Lavín.

 

Así tendría que ser el Kramer real para calzar con su representación de cera.