¿Se imagina desayunar porotos con rienda, almorzar porotos granados y terminar el día zampándose una ensalada de porotos con encebollado sin temor a convertir su nido de amor en una cámara de gases letales? Un francés jura haber inventado la panacea para los amantes de las legumbres y la coliflor.

 

Si a una persona la aprietan lo suficiente, confesará que mintió, que robó e incluso que mató, pero jamás va a reconocer que se tiró un peo. Que te atribuyan la autoría de un gas tóxico expelido a través del ano es la máxima vergüenza que alguien puede padecer en la Cultura Occidental. Pero esto quizá esté por cambiar. Tal vez estemos ante la mayor transformación que ha experimentado la Humanidad desde la rueda.

En Francia, cuna de la democracia moderna, un compipa llamado Christian Poincheval asegura haber creado una píldora mágica que transmuta el hedor de los punes en agradables aromas: chocolate navideño, lirio del Primero de Mayo, jengibre de San Valentín, violetas y rosas. El producto se llama PilulePet y cuesta como 20 euros el frasco de 60 cápsulas, que se venden en el sitio pilulepet.com. También funcionan para los flatos.

Así luce un frasco de las píldoras milagrosas.

 

EL PEO QUE LO INSPIRÓ

El inventor de 65 años ya había aportado otra gran creación en los 90: el papel confort con noticias impresas. Así uno se puede pasar por la raja las alzas de la bencina y la corruptela de las instituciones. Pero con estas grageas para pedorros la cagó.

En un medio científico especializado (probablemente New Chanteist), don Christian contó cómo surgió su aporte a la especie humana:

–En un viaje de negocios a Suiza, mi colega y yo tuvimos una comida particularmente pesada. En el restaurante y en el auto en el camino de regreso, el hedor a gases se estaba poniendo realmente abrumador. Era tan insoportable que yo pensaba que esto tenía que parar. Luego hice algunas investigaciones sobre la flatulencia y fui a conocer a un técnico de laboratorio; a varios, de hecho, debido a que los primeros solo se rieron de mí. A uno en particular le encantó la idea y trabajamos juntos para crear un producto. Primero se nos ocurrió un aceite, pero no fue satisfactorio. Finalmente, hicimos el remedio en un polvo que podía caber en una píldora.

Este es monsieur Poincheval, una versión ¿hippie? del Viejo Pascuero.

 

RECETA COMPROBADA

La fórmula contiene cacao en polvo, carbón vegetal, gelatina, propóleos, arándanos e hinojo, puros ingredientes naturales con propiedades estimulantes del proceso digestivo, dice el creador. No es un medicamento, sino un complemento alimenticio. Se toman dos pastillas dos veces al día durante dos semanas y tus pedos comienzan a salir con aroma a chocolate.

Tú puedes elegir el aroma de tus peos según la ocasión.

 

La cuestión tampoco es tan nueva. Comenzó a desarrollarlas en 2007 con su compañía Lutin Malin y, contra todo pronóstico, se ha ido expandiendo. Además que, por cada peo que te tires, estarás ayudando a un perrito. Parte de las ganancias de Lutin Malin van en ayuda de la caridad Handi’chiens (handichiens.org), que educa perros para acompañar a personas en sillas de ruedas.