Hace años, una disputa sacudió la escena etílica nacional. La causa: la paternidad del terremoto. Dos tradicionales tugurios capitalinos, El Hoyo y La Piojera, juraban haber mezclado por primer vez pipeño, helado de piña y fernet. La balanza de la verosimilitud al final pareció inclinarse hacia el dueño de El Hoyo. Sin embargo, ¿quién puede asegurar que él fue el primero en mezclar los ingredientes que intoxican a tantos chilenos cada año en fiestas patrias. En el local que uno pregunte, es probable encontrar a supuestos inventores del brebaje. Incluso te pueden decir el día, la hora y el calzoncillo que llevaban puesto cuando se les ocurrió.

Actualmente hay otra disputa alcohólica en curso, pero que cruza fronteras y que podría tener consecuencias económicas mucho más importantes: el origen del pisco. Chilito y Perú se lo pelean. Nuestros primos del norte dieron el primer golpe. Según explica el reconocido piscólogo Pablo Lacoste en su opus El pisco nació en Chile, el otrora virreinato puso en marcha un plan para expulsar de los mercados mundiales al pisco chileno, aduciendo que es una falsificación del peruano. Según sus estrategas, sería lo mismo que el oporto de Brasil, el burdeos de Talca y el champagne de Mendoza, meras copias de productos famosos que surgieron en la segunda mitad del siglo XIX para cubrir el nicho que quedó libre tras la plaga filoxera, que destruyó cuatro millones de hectáreas de viñedos en Europa.

El plan de los peruanos es reclamar la denominación de origen primero en de Asia, para luego seguir con Europa y nuestro continente, de modo tal que en todas partes le cierren las puertas al pisqueli chilensis. Y ojo, que el año pasado ya tuvieron una tremenda victoria en India. Tras un juicio de nueve años, el país con más de mil millones de potenciales alcohólicos reconoció a los peruanos los derechos exclusivos sobre el pisco.

Pero, según Lacoste, los maestros del cebiche no descansarán hasta hacer lo mismo en Chile, para así evaporar al pisco chileno de la faz de la tierra definitivamente. ¿Se imaginan tener que beber piscola con pisco peruano? Probablemente la caña sea la misma, pero para la Asociación de Productores de Pisco AG de Chile no da igual. Y no se han quedado de brazos cruzados. Ellos alegan que el pisco chileno no surgió a fines del siglo XIX. Al contrario, se elaboraba en la Capitanía General de Chile desde la Colonia.

Tiempo atrás se encontraron documentos que fortalecen la posición chilena. Registros notariales y judiciales levantados en los inventarios de bienes del Imperio Español atestiguan que ya en 1733 los campesinos del valle del Elqui destilaban pisco. Y hace algunas semanas se dieron a conocer evidencias de su producción en Alhué (RM) en 1717. Son las pruebas más antiguas del mundo de elaboración de pisco, dice el responsable del último estudio, el académico de la Escuela de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad de Valparaíso Cristián Cofré.

Junto a Daniel Stewart, estaba estudiando la evolución de la propiedad en el valle de Alhué cuando cachó que en 1717 se había realizado un inventario de bienes a raíz de la muerte de Bartolomé Pérez de Valenzuela, estanciero de Alhué y, entre la cantidad de cachivaches que dejó el finado, se hallaron veinte “botijas de pisco” en la bodega. Las botijas eran recipientes para almacenar y transportar destilado. En 1718 las mencionan de nuevo, cuando fueron tasadas. Ambos documentos están en el Archivo Nacional Histórico, en el Fondo de Escribanos de Santiago.

El papiro que encontró el profe Cofré.

 

Lo choro es que podría haber un vínculo entre el pisco de Alhué y el del Norte Chico, dice Cofré. Marcelino Rodríguez Guerrero, amigote y pariente político del dueño de la estancia Alhué, estaba en Santiago en 1717 e hizo tratos comerciales con su cumpa. Luego emigró hacia el valle del Elqui. O sea, capaz que se llevó algunas botijas y transmitió el concepto del pisco a esa localidad.

Ahora, más allá de lo bonita que sea esta historia, ¿es cuerdo pensar que un copete como el pisco haya nacido en un solo lugar, ya sea Perú o Chile? Después de todo, el pisco no es más que aguardiente de uva. En Bolivia a eso le dicen singani; en Italia, grappa. En todos lados hay algo parecido. Visto así, es una disputa incluso más insensata que la del terremoto. Aunque si le preguntan a los dueños de La Piojera y El Hoyo, capacito que se atribuyan la invención del pisco.