Los Reyes (al centro) rodeados de su corte cisternina de adalides de la solidaridad.

 

No lo podíamos creer cuando nos dijeron. Es imposible, debe ser una broma. Pero la mismísima Reina Loreto Cuevas lo confirmó: así de lola como la ve, es dos veces abuela. En cambio, el Rey Joel Olmos aún tiene una lista de cosas por hacer antes de convertirse en papá. Los une el hecho de que ambos monarcas son cisterninos de tomo y lomo, nacidos y criados en la comuna, y dan todo por el bienestar de su comunidad.

“No hay nada como vivir en el barrio y ser parte de una comunidad y de una historia”, dice Joel.

Hoy, en la junta de vecinos N°17 Augusto Biau, preparan almuerzos para que nadie pase hambre, pero no es la única expresión de su generosidad.

La Reina, asesora del hogar de lunes a viernes,  se transforma en cuequera en su tiempo libre. Es la directora del grupo artístico-solidario Rebeldes de la Cueca, un cuerpo de baile con 14 miembros que le dan con tutti a la cueca urbana. Desde hace cinco años, animan bingos en pro de diversas causas, fiestas en asilos de patriarcas, agasajos para compipas en situación calle y evento benéfico que se les cruce.

El Rey es ingeniero civil industrial, con magíster en políticas públicas, y trabaja en proyectos de innovación en tecnología y desarrollo comunitario. Pero también vuelca sus conocimientos profesionales a mejorar su entorno más cercano. Lleva varios años participando en su junta de vecinos, la cual preside en el presente. “Ha sido una gran experiencia para aprender a abrir espacios para la comunidad”, comenta. Se refiere a las varias ferias y fiestas que organizan, y también a la vez que recuperaron una sede vecinal en una población. Además, ha sido profe de matemáticas en escuelas populares y, en general, va donde pueda hacer un aporte al empoderamiento de la gente. Aparte, tiene su lado verde el monarca (creó una fundación que fomenta el reciclaje comunitario), y cuequero, ya que es asiduo a locales como el Victoria y el Atlético.

Juntos, Loreto y Joel son dinamita solidaria. Al inicio de la pandemia organizaron una olla común para el barrio. Llevan dos meses ininterrumpidos. Se consiguen los ingredientes en la feria de Las Brisas (paradero 23 de Gran Avenida) y de donaciones de los vecinos, muchos de los cuales ayudan en la preparación culinaria.

El Rey Joel y su equipo en busca de los aportes diarios  para la olla.

 

La Reina Loreto y dos de sus adlátares en la cocina se aprestan a preparar los manjares del día.

 

Dan unos 90 almuerzos cuatro días a la semana en la sede de la junta y llevan marmitas preparadas para distribuir en la feria los martes y viernes.

El momento en que todo el esfuerzo se recompensa: cuando los vecinos se van contentos con su almuerzo. Qué bonita tienen la pared de la junta de vecinos, a todo esto.

 

Por todo este currículum altruista, no dudamos en coronarlos. O, mejor dicho, como estamos confinados, les pedimos que se coronaran. Ellos aceptaron, en nombre de todas las ollas comunes de La Cisterna. “Felices de representar a toda nuestra comuna, donde hay muchas ollas”, dice la Reina Loreto.

Para la ocasión, sus colaboradores les prepararon una mesa rebosante de exquisiteces nacionales y el Rey se puso a payar: “Brindo por nuestras ollas comunes, por la solidaridad y la valentía, porque si el pueblo no ayuda al pueblo, la estrella de la bandera se apagaría”, fue uno de sus versos, muy cierto, por lo demás.

Loree el instante preciso de la coronación:

 

“Me gustaría decir que esto ha ido en descenso, pero no es así”, comenta la monarca cisterniense. “Desgraciadamente, cada día se suma más gente que va a buscar su almuerzo”, remata.

Se viene larga la cosa, parece. Pero con estos reyes, la carga se aliviana.

Si quiere hacerles algún aporte, los ubica en la sede de la junta de vecinos: Pedro Aguirre Cerda 0575, paradero 24, tres cuadras hacia la costa desde Gran Avenida, La Cisterna.