La Reina, sanita y coronada.

 

Hace algunas semanas, el Botellón de Atacama había decidido ponerle la corona a Silvia Vargas, la movida presidenta del campamento Buena Vista, en Copiapó. Pero cuando se trasladaron hasta el conjunto habitacional brotado en medio de cerros agrestes, se encontraron con que la soberana electa estaba confinada. ¡Se había contagiado del famoso coronavirus! No se pudo ir a una residencia sanitaria porque no tenía con quién dejar a sus dos hijos, así que se quedó enclaustrada en su casita, sin asomar ni la punta de la nariz para no propagar la pandemia entre los vecinos. Obviamente no pudo ser investida esa primera vez.

La buena noticia es que Silvita ya se mejoró y este sábado 25 de julio los guachacas del desierto lograron al fin hacerle su merecida ceremonia, con toda la cuática de rigor, que incluyó su buena tallarinata comunitaria.

Tres momentos de la tallarinata.

 

Vea el instante de la coronación eternizado en estas imágenes en movimiento:

 

Y escuche las primeras declaraciones de la Reina:

 

Sepa más sobre esta soberana venida de la vecina Bolivia en esta pieza periodística.