Cuidado, Miguel Torres: ¡Se relanza vino guachaca para celebrar bodas de plata!

Cuidado, Miguel Torres: ¡Se relanza vino guachaca para celebrar bodas de plata!

Hemos vivido tiempos difíciles. Los chanchos no están dando manteca, subió el precio de la sal de fruta,  nos cortaron el fiado, ¡pero los guachacas seguimos en la lucha! Sigilosos y al aguaite, siempre esperanzados en un Chile cariñoso que alcance para todos, este último par de años convulsos nos consagramos a las reflexiones profundas, para ver si de ahí algo fermenta. Estuvimos en China estudiando el apareamiento de los osos panda, nos devanamos los sesos pensando en soluciones para el calentamiento global y personal, insistimos en la búsqueda de una cura para la caña y al final llegamos a la conclusión de que no se puede reflexionar con el guargüero seco. Así que decidimos que nuestro mejor aporte para estos momentos aciagos es un buen vino de unidad nacional que avive el brillo de las mentes y descongele los corazones entumecidos.

CARMENERE CUAGHAC

Convocamos a nuestros más experimentados chupeliers y a las gargantas más curtidas del país para crear un brebaje digno de nuestros 25 años de historia. Elegimos una cepa de doble nacionalidad —la Carmenère—, nacida en Francia y revivida en Chilito luego de que la dieran por extinta en su terruño original, uno de los tantos milagros que se dan por estos lados.

El resultado es un tinto que posee la elegancia del caballero que sale bien terneado rumbo a una cena bailable, de intenso aroma a frutos prohibidos, fresco al paladar como un primer beso, pero de regusto persistente como el recuerdo de un amor imposible. Amigable con la panita, su caña es suave y tolerable, con un tufo apenas perceptible para narices recelosas (con una mentita basta).

Lo más importante es que en los numerosos estudios clínicos que hemos hecho con el vinito, ¡hasta ahora nadie se ha muerto!

TRATADO DE LIBRE COPETE

Para efectos de su distribución, estamos negociando la firma de un Tratado de Libre Copete (TLC) con una serie de renombradas botillerías y bares de barrio (¡en tu cara, exsubsecretario Ahumada!). Además, estamos realizando un estudio piloto para lanzar en el mediano plazo un botellón especial para las señoras que se juntan a jugar brisca.

Así que permanezca sintonizado si quiere enterarse de qué tugurio le queda más a mano para catar este elixir histórico. ¡Hay 500 botellas nomás!