Ya con 21 años en el cuerpo, ¿no será hora de definir una estrategia? Estamos entre fundar una religión, convertirnos en frente clandestino o seguir los pasos de los Iluminati, entre otras opciones ¿Qué piensas tú?

Por 21 años, nos hemos mantenido como una organización más bien desorganizada, un tanto despaturrada, inclasificable e inasible, con un líder, sí, pero más teórico que fáctico. Esa ausencia de lógica interna y externa ha hecho que a los cuicos les cueste combatirnos, acostumbrados como están a las etiquetas.

Pero ¿no será tiempo ya de entrar a una nueva fase de la lucha, de pasar más a la ofensiva que a la especulativa? ¿Y eso no requerirá de una estructura organizacional más orgánica y estructurada, valga la doble rebuznancia?

En el claustro permanente que iniciamos este año se han estado barajando distintas alternativas. Lo más probable es que nunca haya acuerdo, pero, por mientras, estas son:

1.- Inscribir un partido político guachaca

Hay que puro juntar firmas, tirar un par de boletas truchas, hacer un buen “puerta a puerta” y su correlativo “barra a barra” y listo. Demás que logramos diez municipios, la mayoría en ambas cámaras y, si no nos alcanza para la Moneda, al menos podremos negociar algún ministerio.

Esta estrategia apunta a reformar el sistema.

2.- Volver a la clandesta

Desarrollar un conjunto descentralizado de células autónomas entrenadas en los cerros de Lontué, que sepan hacer garrafas molotov (pipeño con vodka). Posibles nombres: Frente Guachaca Revolucionario, Brigada Ramona Jarra, el Tomando Conjunto.

Con esta estrategia atacamos al sistema desde fuera.

3.- Crear una sociedad secreta

Algo así como la masonería o los Iluminatis, una red de iniciados guachacas que se reconozcan entre sí por alguna clave arcana o cántico ritualístico, para contrarrestar las redes de amiguismo y nepotismo de los cuicos.

La estrategia aquí sería influir en el sistema, sin que el sistema se dé cuenta.

4.- Fundar un Holding Guachaca

Muchas veces el cuiquerío nos ha acusado de ser unos vendidos a las lucas.
¡Démosle la razón! Abrámonos a la bolsa, conquistemos Wall Estrit, creemos una burbuja especulativa y, cuando esté bien inflada, reventémosla como una espinilla en el poto. Así desatamos la media crisis financiera.

La estrategia aquí es derribar al sistema desde dentro.

5.- Convertirnos en religión

Maradona tiene una iglesia, los fanáticos del Estar Guars también. ¿Por qué no los guachacas? Eso sí, tampoco queremos que el Tatita Dios nos castigue, así que sería una religión complementaria nomás. El feligrés guachaca no tendría que renunciar a su fe original. Sería como seguir a un segundo equipo de fútbol.

Esta estrategia apunta a crear un cambio espiritual.