Muchos factores se conjugan para el éxito de una olla común. Pero lo que hace la diferencia entre simplemente saciar el hambre (que ya es una tremenda cosa) y salir chupándose los bigotes es la mano de quien que cocina y el cariño que le pone a cada plato.

Por eso, los organizadores de la olla autogestionada que ofrece la Junta de Vecinos Los Nogales Sur, en Estación Central, quisieron homenajear a su jefa de cocina con el máximo honor que puede recibir un miembro de la comunidad guachaca: la corona que la realeza puede ostentar. La caporal de las cacerolas es la gran Adriana Cifuentes.

Fíjense que la nueva reina se había quedado recientemente sin pega, pero no debido a la pandemia. Durante años cuidó a un abuelito con el mismo esmero que pone en la cocina de la junta de vecinos, pero en febrero falleció. Más encima, su único hijo se fue hace unos meses a Miami, buscando un mejor futuro. ¡Y después vino la pandemia! Pero estas cosas no amilanan a una mujer fuerte como Adriana, quien se reinventó como master chef voluntaria para regalar sabor a sus vecinos que más lo necesitan.

El presidente de la junta vecinal, Hernán Olivi, solo tiene palabras de elogio para la Reina: “Ella viene todos los días a preparar la comida. Los demás colaboramos de una u otra forma, pero ella es clave”.

Vea aquí el momento climático (el coronador es Hernán):

 

De paso, con este acto de coronación le damos un merecido reconocimiento a todos los jefes y jefas de cocina de los miles de ollas comunes que están humeando a lo largo de Chile, a todos los que hacen milagros con lo que haya a mano, a los que multiplican los panes y la ponen sazón a los tiempos difíciles. Y ya que estamos en esa, también brindemos por todos quienes hacen posible las ollas comunitarias, porque quienes pelan las palas y llevan las cuentas al final también son imprescindibles.

Como cuenta Hernán Olivi: “Cada día ha estado saliendo todo perfecto en esta olla, gracias a la ayuda de los vecinos, de otras organizaciones, pero especialmente de los colaboradores”. ¡Salud por eso!