Ni la lluvia ni los granizos ni el cansancio impiden que nuestro nuevo monarca de la región del Ñuble propague el espíritu solidario donde se le necesite. Claudio Vilches se ofreció como voluntario para repartir las canastas familiares donadas por la Molinera y Arrocera Santa Marta, donde él trabaja. Le ha puesto tanto ñeque a su cometido que en la molinera consideraron que se merece la corona de la Fermentación.

El monarca de 37 primaveras y papi de dos retoños se declara aventurero. Le encanta pedalear en plena cordillera y departir en lugares alejados de toda comodidad, así que para él no es tema conducir largas horas bajo condiciones climáticas adversas, atravesando pozones y barriales con tal de alcanzar la meta de llevar harina y arrocito a los rincones más necesitados de la región. Ya ha repartido más de 200 cajas en poblados y caseríos escondidos donde el diablo perdió el poncho.

Claudio recorre el Chilito profundo.

 

El molino-móvil en terreno.

 

“Se merece todo el respeto de nuestra empresa”, dice David Vivero, directo de la productora de harina y arroz. “Él tiene la disposición y llegada con la gente, por eso le encomendamos esta tarea. Conocemos sus capacidades y empatía con las personas. Trabaja desde muy temprano hasta muy tarde en la noche, sin importarle su horario. A como dé lugar, él busca el objetivo de llegar con una caja de alimentos para las familias, dulces para los niños y no una, sino muchas palabras de aliento en este difícil momento”.

Entre carrera y carrera, el ajetreado soberano nos compartió sus impresiones: “Ha sido una gran experiencia. Me he encontrado con muchas lindas personas, todas muy agradecidas, pero también con mucha pobreza. Pero pese a lo mal que lo estamos pasando, en cada oportunidad tienen una sonrisa para mí”. Está consciente de la tremenda responsabilidad que carga sobre sus hombres: “Siempre por Chile y la molinera Santa Marta confiaron en que podía cumplir cada entrega, y así ha sido, pese a todo lo que se ha vivido”. El rey se refiere a los temporales que han arreciado en la zona.

 

Caminos anegados son cosa de cada día.

 

Raya para la suma, está súper contento. “Jamás pensé que viviría una de las más hermosas experiencias solidarias, donde he visto muchas cosas que me han conmovido”, remata.

Las sonrisas no se ven, pero se sienten.

 

La molinera Santa Ana, empresa familiar con 80 años de existencia, realiza esta campaña de reparto solidario junto a Siempre por Chile, grupo de empresas que han declarado su intención de “colaborar en los desafíos públicos de nuestro país, desarrollando soluciones conjuntas para enfrentar problemas sociales y económicos urgentes que hoy afectan a las chilenas y chilenos”. Los beneficiados por las canastas son determinados en conjunto con la Seremi de Desarrollo Social de la región.